El hormigón fratasado es el sistema tradicional por excelencia de Pavimentación industrial.
Su realización en tres fases, tales como vertido y extendido del hormigón, dotación de los materiales necesarios como cemento, cuarzo, y en ocasiones corindón, coloreado o acabado en gris natural, y por último la aplicación de la maquinaria especializada, que nos da la obtención de una superficie uniforme, resistente, lisa y duradera.
Posee una gran resistencia y, con un alto poder a la abrasión mecánica, es la solución perfecta para tránsito industrial y la renovación de suelos en mal estado, mediante recrecidos con puentes de imprimación. Su terminado se puede realizar
directamente en colores minerales, aplicados sobre la capa de rodadura.
Gracias a su rugosidad nos permite obtener un acabado antideslizante, por lo que puede ser utilizado en zonas de pendiente.
Este sistema se utiliza tanto en interiores: viviendas, garajes, naves, como en exteriores: patios, pistas, pasillos exteriores de naves… Este mismo pavimento puede tener diferentes acabados, según el número de pasadas con dicha maquinaria.